Ojos que no ven. En mi desorden mental, voy guardando todas las imágenes que, por algún motivo, me parecen interesantes para publicarlas aquí­. Tengo una carpeta en dropbox (de hecho, tengo varias, cada una con un nombre más casual que el anterior) en la que voy dejando pequeñas perlas. Una o dos veces al dí­a la abro y buceo en ella, y miro una foto. Y miro otra. Y otra. Y pienso en si subo esta o aquella, y me duele demasiado elegir. Y cierro la carpeta, y hago otra cosa. Y entretanto, sigo añadiendo fotos candidatas a la cola. Y así­ es como, sin quererlo ni beberlo, tres de cada cuatro imágenes no ven nunca la luz. Me acompañan como una especie de fondo de armario. Me miran con ojos de pena cada vez que abro la carpeta dichosa. Se vuelven un pequeño tesoro, un secreto inconfesable a los ojos que no ven.

Esta web utiliza cookies para su correcto funcionamiento. Haciendo clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos.    Configurar y más información
Privacidad
Envíame un whats
¿Tienes prisa? ¡Hablemos por whatsapp!
¿Seré tu fotógrafa? Solo hay una forma de averiguarlo: habla conmigo 🙌