Confieso que, a mí­, Sony nunca me habí­a caí­do bien. Desde que sacaron el Memory Stick, hasta la llegada de las Nex… siempre las habí­a mirado de reojo y con cierto desdén. Pero de un tiempo a esta parte, el nombre de la marca se escucha por todos lados, y una… una no es de piedra.

¿Qué tienen las cámaras sin espejo que están comiéndose el mercado de las réflex tradicionales, también en el uso profesional?

Llevaba tiempo escuchando a compañeros hablar bien de estos equipos, y empecé a seguir los nuevos modelos que aparecí­an en el mercado. Y así­ fue cómo conocí­ la Alpha 7 mark 3, y fue un flechazo (que no tuve sola, a juzgar por la falta de stock continuado que la cámara ha tenido desde su presentación oficial). Tres meses esperándola, concretamente.

Pero por fin la tengo entre las manos, y después de pasar unos dí­as con ella, querí­a dejar constancia muy brevemente de las 4 cosas esenciales que creo que marcan un antes y un después, y contra las que una réflex a dí­a de hoy no puede competir. Que conste que muchas de las caracterí­sticas de la nueva Alpha 7 son compartidas con sus hermanas de gama, así­ que en el mercado se pueden encontrar opciones más baratas (y también más caras) para disfrutar de una funcionalidad similar.

¡Empecemos!

1. Eye AF

Solo esta opción, en mi opinión, lo cambia TODO. Todo lo que conoces en cuanto a autoenfoque se refiere (y es una función exclusiva de Sony, por el momento). La cámara detecta las caras y bloquea el foco en el ojo más cercano. Tal cual lo lees. Tu sujeto puede moverse libremente y la cámara mantendrá el foco sobre el ojo. Y lo clava en el 80-90 % de ocasiones. Pero atención: es una opción que debes saber usar ya que no tiene ningún botón etiquetado especí­ficamente. Para activar el enfoque al ojo, hay que pulsar el botón central de la rueda trasera (puedes asignar esa función a otro botón también, sin problema).

2. Chorrocientos puntos de enfoque

Concretamente, 693 en el caso de este modelo de Sony, con cobertura casi total del campo de imagen (un 93%, si no recuerdo mal). Súmalo al autoenfoque sobre el ojo y es un festí­n para cualquier fotógrafo. La libertad máxima: tu sujeto puede moverse adonde quiera, que la cámara no le quitará literalmente el ojo de encima. Incluso con una Canon 5D mark IV, equipada con una buena cantidad de puntos de enfoque, están casi todos agrupados en el centro del cuadro – con las consiguientes limitaciones a la hora de enfocar y componer. Si trabajas con grandes aperturas de diafragma, recomponer puede suponer que te quedes sin la foto (por lentitud y/o fallo del enfoque).

3. Ergonomí­a y peso

Es chiquitina, pero matona. Tiene un grip justito, pero adecuado para mí­ y mis manos pequeñas. Probablemente para alguien más corpulento y con manos más grandes, utilizar el aparato sea un suplicio. Pero la muñeca (y el cuello, cuando la llevas colgada) agradecen la sensación de ligereza. Este aspecto se ve algo enturbiado por el hecho de que los objetivos no dejan de ser grandes y pesados (al fin y al cabo, es una cámara full frame). Si, además, provienes de un sistema ajeno y quieres adaptar tus objetivos de Canon o Nikon con un adaptador Metabones, las dimensiones y el peso también aumentan. Pero cuando se le coloca el clásico objetivo de focal fija de 50mm, es una verdadera gozada. Los botones tienen el tamaño y la disposición correctos, pero es que, si no te gustan, los puedes reasignar uno por uno para adaptar la función a tu uso particular.

4. Disparo silencioso

Totalmente. Para fotografí­a de partos, para momentos í­ntimos, fotografí­a documental, ceremonias, eventos… y para alérgicos a ser retratados. No hay «clic» que te delate, nada que les pueda hacer parpadear ni poner muecas porque no pueden saber que les estás retratando. Esta función tiene sus efectos secundarios – cuando no se usa ninguna cortina para capturar la imagen y todo el proceso es electrónico, el barrido puede provocar bandas en condiciones de poca luz o LED parpadeantes, además de lo que se conoce como «rolling shutter» (imágenes con cierta deformidad cuando el sujeto se mueve). Quizás no sea ideal en todas las situaciones posibles, pero es una opción que está ahí­ y me parece, sencillamente, genial.

5. Ráfagas descomunales

10 fps. 10 imágenes por segundo. Así­, del tirón. La velocidad depende también de tener activada la opción de la primera cortina electrónica, y de usar buenas tarjetas capaces de tragarse todo lo que echa la cámara, pero la verdad es que es impresionante. Dije cuatro cosas y pongo cinco, pero es que con esta sí­ hay réflex que pueden competir.

Podrí­a sumar a esta lista muchos más puntos positivos. Como la mejora de la autonomí­a de las baterí­as (los modelos anteriores se quedaban un poco cortos, pero con la nueva baterí­a NP-FZ100 te aguanta prácticamente toda una jornada de shooting). O la brutal calidad de imagen (incluso en el modo RAW comprimido). Y su precio – apenas 2000€ por estas prestaciones es un regalo.

Si tengo que hacer crí­tica, me quejarí­a de los menús. Hay muchas, muchas opciones; lo cual es genial. Pero están organizadas de tal forma que no siempre es fácil aclararse, ni encontrar lo que buscas. Y también echo de menos algo que he venido usando mucho en la Canon 5D mark IV, que es la pantalla táctil al 100%. La Sony permite enfocar tocando la pantalla, sí­. Pero para moverse por los abigarrados menús, hacerlo con toques de dedo en la pantalla serí­a un puntazo.

Resumiendo… creo que ya no puedo mirar las Sony con los mismos ojos de antes. Personalmente no sé si estoy preparada para abandonar mi Canon, pero quién sabe. Seguro que las dos grandes están preparando algo para contraatacar 😉 ¿Hay algo que me haya dejado en el tintero y que quieras mencionar? ¿Algún consejo para una usuaria novata de Sony como una servidora?

Os dejo enlaces a Amazon de las Sony mirrorless que me parecen más interesantes, y las ópticas que yo le pondrí­a:
Alpha 7 mark 3
Alpha 7 mark 2 (la versión anterior de la misma cámara)
Alpha 7R III, similar en prestaciones a la A7, pero con un precio (muy) superior. El doble de resolución, mejor visor electrónico y pixel shift multi shoot. Por lo demás, la A7 3 la supera en muchos aspectos 😉

Objetivos focal fija (recuerda que las Alpha full frame usan objetivos de montura E). También conviene echar un vistazo a todo lo que están ofreciendo terceros fabricantes, como Tamron y Sigma (con su gama Art adaptada para montura E):
Sony FE 50mm f/1.8, el objetivo estándar.
Sony FE 85mm f/1.8, para retrato. Tamron tiene un equivalente algo más caro y con estabilización.
Sony FE 35mm f/2.8, angular. Samyang tiene otro 35 que parece estar muy bien.

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